San Felipe de mi querer Luis Arturo Ramírez (autor)
San Felipe de mi querer, Champel de mis ancestros,
tierra mágica y fértil,
bañada por la brisa del caudaloso Samalá.
Cuna de poetas laureados,
que le rinden tributo constante a la vida.
cuna de hijas e hijos predilectos,
amantes de la paz y el progreso.
Paso obligado de aves viajeras
y desde los cuatro puntos cardinales surcan tu límpido cielo…
Con tu sonrisa amable extiendes tus manos
San Felipe de mi querer, Champel de mis ancestros,
tierra mágica y fértil,
bañada por la brisa del caudaloso Samalá.
Cuna de poetas laureados,
que le rinden tributo constante a la vida.
cuna de hijas e hijos predilectos,
amantes de la paz y el progreso.
Paso obligado de aves viajeras
y desde los cuatro puntos cardinales surcan tu límpido cielo…
Con tu sonrisa amable extiendes tus manos
dando fraternal bienvenida a quien pisa tu suelo sagrado.
Invitando a disfrutar de tu paisaje sin par
con sabor a caña y cacao molido,
a respirar tu aire con aroma a café y a cedro florido.
Con tus barrios bullangueros de norte a sur,
de oriente a poniente:
La Linterna para iluminar el paso del caminante;
El Jardincito multicolor lleno de flores para disfrutar
de un recorrido matinal.
El gran Camilo Alvarado con su tanque público,
donde se baña en noche de luna llena la legendaria llorona.
La soledad, sentada en el parquecito Méndez Montenegro,
frente ala Estación de la añoranza,
espera con reverente paciencia el retorno
Invitando a disfrutar de tu paisaje sin par
con sabor a caña y cacao molido,
a respirar tu aire con aroma a café y a cedro florido.
Con tus barrios bullangueros de norte a sur,
de oriente a poniente:
El Jardincito multicolor lleno de flores para disfrutar
de un recorrido matinal.
El gran Camilo Alvarado con su tanque público,
donde se baña en noche de luna llena la legendaria llorona.
La soledad, sentada en el parquecito Méndez Montenegro,
frente a
espera con reverente paciencia el retorno
del alegre chú, chú fumando su pipa al rechinar de los rieles:
el recordado ferrocarril.
En el centro vibra palpitante para dar vida
con celestial frescura: La Llovizna,
y en su corazón se alza majestuoso
el arco iris de la esperanza;
el recordado ferrocarril.
En el centro vibra palpitante para dar vida
con celestial frescura: La Llovizna,
y en su corazón se alza majestuoso
el arco iris de la esperanza;
San Felipe, forjador de hombres y mujeres de trabajo,
De sol a sol con su arte y su ciencia
Aran la tierra para sembrar la semilla del Amor.
San Felipe de mi vida,
Mi cordón umbilical está tan ligado a ti,
que alejarme un segundo,
se convierte en un tormento eterno.
San Felipe, mi lucero, mi paraíso,
puedo conocer otros, pero no se comparan contigo,
Champel de mis ancestros, San Felipe de mi querer
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